La vi morir
En juego onírico a traición
la noche de difícil compensación,
la vi morir con desesperación;
no hay más horrible sensación.
Dos mujeres buscando porción;
una de ellas no tenía corazón
tirando de la rueda con tesón,
de su lacio pelo querían ración
entera, no para ella ni nadie más.
Cuando vio que no les bastaría jamás,
sin vacilar ella se quiso marchar,
la retuvieron sin poder rechistar
y se la repartieron con sierras finas;
cabeza, tronco y las caderas...
...con la más sensata cruzan miradas:
de arrepentimiento y pavor la asesina,
de dolor y venganza la dura victima.
A la heroína sueca le llega el final
en la carne soñada más meridional;
mi viejo anhelo ya no es banal,
lo que la divide es quien le quiere mal.