Lionel Andrés
Pulga le llaman al buen chaval,
y bien es cierto que es animal;
pero algo mucho más colosal,
que lucha y corre hasta el final.
Héroe, guerrero, adalid, Dios.
En su espalda brilla el diez,
en su cabeza solo imaginación:
Futbol, bestia, mineral, todo a la vez.
Mejor que nadie en la cancha,
En la vida humilde y sereno,
Siquiera le estorba el gran estreno;
Solo con el balón es el dueño:
Inimitable su mito ensancha.
Intento ahora versearlo de verdad,
será pues un final de más dignidad.
Maestro de caracoles sobre el césped
Y mago de la esfera terrestre.
Gozo de hucheros siempre pesimistas,
Optimista el que cambian a hucha;
Dios es argentino y él, es barcelonista.
Pulga le llaman al buen chaval,
y bien es cierto que es animal;
pero algo mucho más colosal,
que lucha y corre hasta el final.
Héroe, guerrero, adalid, Dios.
En su espalda brilla el diez,
en su cabeza solo imaginación:
Futbol, bestia, mineral, todo a la vez.
Mejor que nadie en la cancha,
En la vida humilde y sereno,
Siquiera le estorba el gran estreno;
Solo con el balón es el dueño:
Inimitable su mito ensancha.
Intento ahora versearlo de verdad,
será pues un final de más dignidad.
Maestro de caracoles sobre el césped
Y mago de la esfera terrestre.
Gozo de hucheros siempre pesimistas,
Optimista el que cambian a hucha;
Dios es argentino y él, es barcelonista.